El 22 de febrero celebramos el Día Europeo de la Igualdad Salarial. Esta jornada tiene como objetivo acabar con la discriminación salarial, una situación que ha persistido en el tiempo y cuyas principales víctimas han sido las mujeres. Sin embargo, contrario a lo que solemos penar, no basta con cobrar menos para alegar discriminación salarial. Veamos qué dicen los jueces.
¿Es discriminación salarial cobrar menos por el mismo trabajo?
Mismo trabajo, mismo sueldo. Esa es la teoría sobre el papel. Pero, en la práctica, esto no siempre ocurre.
Las leyes establecen medidas para evitar que una persona cobre más que otra en puestos de la misma exigencia y valor. Especialmente cuando se trata de una mujer que cobra menos que un hombre por razón de género en un claro caso de brecha salarial. Pero, ojo, porque cobrar menos no es suficiente para alegar discriminación salarial por ser mujer.
Según la sentencia 3052/2022 de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, cobrar menos no es por sí solo un motivo de discriminación. La clave está en las labores que ejecutan los empleados y en las tareas asignadas.
La empresa está obligada a pagar la misma retribución por la prestación de un trabajo de igual valor. Es decir, que hay que tener en cuenta si se desempeñan funciones equivalentes (aun teniendo distinto cargo), la experiencia de los trabajadores, su titulación y su disponibilidad horaria, entre otros aspectos que determinan el valor del trabajo.
¿Qué puedo hacer si soy víctima de discriminación salarial?
Hay dos vías para denunciar un trato salarial discriminatorio y exigir igualdad salarial. La primera es recurrir a la Inspección de Trabajo. La segunda es interponer una demanda por la vulneración de un derecho fundamental con el objetivo de que la empresa sea condenada a igualar el sueldo. Pero es necesario argumentar la pretensión con pruebas sólidas para que el tribunal no desestime el caso.
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