Hoy es 22 de septiembre, el Día Mundial Sin Coche. Esta jornada intenta promover el uso responsable de los vehículos motorizados, así como fomentar el uso de transporte público y otras alternativas ecológicas con el fin de proteger a los ciudadanos de todo el mundo y el medioambiente. Por lo tanto, se nos invita a dejar el coche aparcado al menos por un día y a movernos utilizando medios más limpios.
Sí, a todos nos encanta la comodidad del coche y su privacidad nos ha dado mucha seguridad durante la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el gran número de vehículos privados que circulan por nuestras ciudades están haciendo que la contaminación se dispare a niveles críticos. El problema es que no podemos dejar de usar los coches de la noche a la mañana, ya que necesitamos alternativas eficaces y realistas para efectuar un cambio real.
Mientras tanto, se realizan diferentes actividades enmarcadas en el Día Mundial Sin Coche o la Semana Europea de la Movilidad. Todos podemos participar. ¿Pero cuáles son las razones para dejar hoy (y otros días) el coche aparcado?
1. Ayuda a reducir los niveles de contaminación de la ciudad
¿Te acuerdas de los primeros días del confinamiento por la pandemia del coronavirus? Las emisiones de CO2 se redujeron drásticamente, vimos animales salvajes en las ciudades y hasta la boina de contaminación de Madrid desapareció durante algunos días. Puede que dejar el coche en casa un día sea un gesto nimio, pero es un comienzo para marcar la diferencia.
2. Tu bolsillo lo agradecerá
Dejar el coche apartado en el garaje nos ayuda a ahorrar dinero en gastos, mantenimiento y combustible. Y, teniendo en cuenta el precio al que se están poniendo los carburantes, la diferencia entre usar un vehículo privado y el transporte público puede ser abismal (ojo, porque esto no siempre ocurre).
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3. Sin preocupaciones por el aparcamiento
Una de las cosas que quitan el sueño a los conductores es el aparcamiento. ¿Podré aparcar fácilmente cuando llegue? ¿Tendré que pagar un parking a precio de oro? ¿Me tocará dar muchas vueltas? Si optas por el transporte público, por la bicicleta o por otros medios más ecológicos tendrás una preocupación menos.
4. ¿Adiós a los atascos?
Viajar en transporte público no siempre significa evitar los atascos. Sin embargo, cuanta más gente se mueva en transporte público, menos coches habrá en la carretera y, por lo tanto, también se formarán menos atascos.
5. Olvídate de las multas
Otra de las pesadillas habituales de los conductores son las temidas multas de tráfico. Si dejamos aparcado el coche no nos tendremos que preocupar por las multas por exceso de velocidad, por aparcamiento indebido o por no ver alguna señal de tráfico traicionera. Eso sí, asegúrate de dejar tu coche bien estacionado, esté donde esté.
6. Aprovecha el viaje
¿Quieres jugar a un juego mientras vas al trabajo? ¿Te apetece leer un libro durante el trayecto? El transporte público nos deja tiempo para el ocio y el entretenimiento (siempre que no viajemos como sardinas en lata), mientras que los traslados en coche requieren toda nuestra atención.
7. Es bueno para la salud
Coger el coche implica que nos movemos menos. Caminar o montar en bici nos ayuda a mantenernos activos. Además, si todos decidiéramos dejar el coche aparcado en casa, los niveles de contaminación bajarían, algo que nuestra salud y el medioambiente agradecerían.
